El infarto agudo de miocardio (IAM) es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. La rehabilitación cardíaca después de un IAM es crucial para la recuperación del paciente. Uno de los aspectos esenciales en este proceso es el ejercicio físico. El objetivo de este artículo es repasar los estudios sobre la seguridad y la efectividad del ejercicio físico después de un IAM.
Seguridad del ejercicio físico después de un IAM
El ejercicio físico es seguro después de un IAM en la mayoría de los casos. Un metaanálisis realizado por Lawler et al. (2011) evaluó la seguridad del ejercicio en pacientes con enfermedad arterial coronaria. Los autores encontraron que el ejercicio no aumentó el riesgo de eventos cardíacos adversos en comparación con el grupo de control.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los pacientes realicen sus entrenamientos bajo supervisión médica y de especialistas con una evaluación exhaustiva de la salud previa. Según la American Heart Association (AHA) (2021), los pacientes que han sufrido un IAM deben ser valorados por un médico antes de comenzar un programa de rehabilitación cardíaca y se deben realizar pruebas de esfuerzo para determinar su capacidad física.
El ejercicio físico también debe ser individualizado para cada paciente. La AHA (2021) recomienda que los pacientes realicen una evaluación inicial para determinar sus objetivos, habilidades y necesidades. Por otro lado, deben recibir pautas sobre la correcta realización de ejercicio y aprender a escuchar su cuerpo para detectar cualquier signo de malestar. Con estas indicaciones, el método 10mets presenta una gran vocación formativa mediante los tutores y una serie de píldoras formativas relacionadas con el control antes y durante la realización del ejercicio donde enseñamos a detectar, valorar y tomar decisiones adecuadas con los signos y síntomas que puedan aparecer. Creemos firmemente en la posibilidad de aprender a la vez que te ejercitas para empoderarte en aspectos de tu salud.
Efectividad del ejercicio físico después de un IAM
Según un metaanálisis llevado a cabo por Anderson et al. (2016) la efectividad del ejercicio físico en pacientes con enfermedad arterial coronaria es muy alta. Los autores encontraron que se redujo la mortalidad y mejoró la calidad de vida en comparación con el grupo control.
El ejercicio físico también puede mejorar la capacidad funcional del paciente. Según la AHA (2021), los pacientes que entrenan regularmente después de un IAM tienen una mejor capacidad para realizar las actividades cotidianas, como caminar y subir escaleras.
Según Rivas-Estany et al. (2013), la práctica de ejercicio físico puede incrementar significativamente la capacidad funcional a largo plazo, así como reducir la isquemia miocárdica al esfuerzo.
Recomendaciones de ejercicio físico después de un IAM
La AHA (2021) recomienda que los pacientes que han sufrido un IAM realicen ejercicio físico moderado durante al menos 150 minutos por semana. El ejercicio debe incluir actividades aeróbicas, como caminar, andar en bicicleta o nadar. También se recomienda el entrenamiento de resistencia para mejorar la fuerza muscular. Todo esto siempre pautado por un médico y especialistas en ejercicio físico y salud, El punto clave es que los pacientes comiencen el ejercicio físico lentamente y aumenten gradualmente la intensidad y la duración a medida que mejora su capacidad física. Los pacientes también deben escuchar su cuerpo y descansar si sienten fatiga o cualquier otro síntoma, como se indica en el Curso de Autovaloración.
En resumen, la rehabilitación cardíaca a través del ejercicio físico después de un IAM es crucial para la recuperación del paciente. Si has sufrido un evento cardiovascular de este tipo y tu médico te ha prescrito la realización de actividad física, consúltanos para que podamos valorar tu caso. Puedes hacerlo a través de nuestro formulario, por WhatsApp o email.