
¿Mejora el ejercicio físico la calidad de vida de los pacientes oncológicos?
A día de hoy, las enfermedades oncológicas son muy variadas y se sabe que sus causas son multifactoriales. Sin
embargo, diversos estudios han demostrado que la práctica de ejercicio físico puede ser una aliada tanto en la
prevención como en la mejora de la calidad de vida de los pacientes oncológicos.
Por este motivo, la
oncología médica marca nuevas pautas terapéuticas para los pacientes que incluyen el fitness.
¿Cómo
mejora el ejercicio la calidad de vida de los pacientes oncológicos?
Según diversos estudios, las
personas que realizan ejercicio tienen menos posibilidades de padecer cáncer de colon, cérvix, endometrio, útero,
vagina y mama. Sin embargo, los beneficios no se contabilizan solo en la parte preventiva, sino durante en el
transcurso de la enfermedad.Practicar ejercicio físico regularmente reduce y previene diferentes efectos secundarios de las dolencias oncológicas y sus tratamientos. También contribuye a mejorar la capacidad física, el estado de ánimo y el sueño. Podríamos delimitar una serie de beneficios para el paciente como:
- Se reduce la sensación de fatiga a medida que se fortalece el sistema muscular, nervioso y
respiratorio.
- Supone una forma de desconexión para el cerebro y mejora la salud mental.
- Ayuda a
disminuir la depresión y ansiedad
- Las hormonas generadas durante la realización de ejercicio propician un
mejor descanso y aumentan la calidad del sueño.
- Mejora la capacidad física para realizar actividades
cotidianas.
- Refuerza los músculos, huesos y el rango de movimiento.
- Fortalece el sistema
inmunitario.
- El consumo de calorías propicia el aumento de apetito.
- Se mantiene un peso
saludable.
Recomendaciones generales
Por regla general, el tipo de ejercicio más adecuado para
pacientes oncológicos es el de resistencia, aunque siempre debe estar complementado por la parte de tonificación. De
forma general el ejercicio recomendado es de tipo aeróbico moderado o vigoroso, dependiendo de las condiciones del
paciente: correr, andar rápido, bicicleta y actividades similares de gimnasio. Dependiendo de cada caso particular,
se pueden prescribir otros ejercicios de fuerza o musculación.Se debe alentar a las personas que practicaban habitualmente actividad física o ejercicio antes del diagnóstico a continuar haciéndolo siempre que sea posible, dentro de las limitaciones derivadas del tratamiento.
Fases de la rehabilitación deportiva en el
cáncer
¿Cuándo es recomendable realizar ejercicio físico en procesos oncológicos? Tanto antes, como durante
y después, el ejercicio físico siempre es beneficioso para el paciente. Dependiendo de la fase o del estado de la
enfermedad se debe personalizar la rutina de ejercicios.Es preciso tener en cuenta que para cualquier rehabilitación deportiva es necesaria una individualización de los entrenamientos. Existen una serie de condiciones previas que el especialista deportivo debe tener en cuenta:
- Edad
- IMC (Índice de masa corporal)
- Enfermedades concomitantes
- Sitio primario del tumor
- Estadio del
cáncer
- Presencia de metástasis
- Antecedentes deportivos
- Preferencias del
paciente
- Patrones nutricionales
Ejercicio físico durante el tratamiento contra el
cáncer
Los ejercicios están orientados a mejorar la situación más común entre los pacientes en tratamiento,
que es el estado de fatiga crónica. La fatiga suele ser la mayor barrera para la participación del paciente en un
programa de ejercicios. Para mitigarla hay que tratar, en la medida de lo posible, de establecer objetivos
alcanzables y ajustar la intensidad y frecuencia de los programas. Los ejercicios de resistencia moderados y aeróbicos son los más adecuados para la mejora de la actividad cardiovascular en esta fase.
Ejercicio físico después del tratamiento contra el cáncer
En este momento la actividad
física es importante para su estado general de salud y calidad de vida. La investigación muestra que conseguir y
mantener un peso saludable, comer de forma sana y ser físicamente activos puede reducir el riesgo de otras
enfermedades crónicas de gravedad, así como las posibilidades de desarrollar un segundo cáncer.En los pacientes que han finalizado el tratamiento oncológico el objetivo es que incorporen el ejercicio físico a sus hábitos de vida. Esto permitirá lograr una práctica regular de actividad física, reduciendo las recaídas e incrementando la supervivencia.
Ejercicio físico en cánceres avanzados o cuidados
paliativos
A menudo los pacientes en estados avanzados experimentan otro tipo de problemas asociados
como la pérdida de capacidad funcional, dificultad para mantener la masa corporal o dolencias digestivas. Una
actividad física leve puede actuar como motivación para aumentar el apetito y combatir el estreñimiento, así como
para mantener la función corporal y la musculatura.El ejercicio permite también socializar con otras personas y genera hormonas que tienen un impacto positivo en el ánimo del paciente. En el caso de los pacientes paliativos también pueden beneficiarse de un programa de ejercicios, ya que se ralentizan las pérdidas funcionales y se mejora su calidad de vida
Posibles contraindicaciones y casos en los que no se recomienda realizar
ejercicio físico
Aunque la presencia de un tratamiento en curso podría considerarse una limitación
importante para los programas de ejercicio en pacientes con cáncer, no representa per se una contraindicación
absoluta. Sin embargo, las modalidades de entrenamiento físico deben discutirse con el médico responsable, en
cooperación con el fisioterapeuta, y ajustarse según sea necesario a los gustos y condiciones del paciente.
Las causas por las que se suele desaconsejar la prescripción del ejercicio o por las que se rechace su realización son fundamentalmente:
- El dolor
- La sensación de desesperanza de
vida
- La presencia de importantes comorbilidades
- Lesiones extensas
- Rápida progresión de la
enfermedad
- Algún tratamiento antineoplásico concomitante
- Problemas nutricionales moderados o
graves
- Problemas económicos
- Falta de aceptación del familiar.