Según el estudio Global status report on physical activity 2022, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)1, en 2030 habrá más de 500 millones de nuevos enfermos crónicos por culpa de los hábitos sedentarios e inactividad física. Este problema lleva persiguiendo a nuestra sociedad desde hace décadas y, por lo tanto, se hace necesario buscar soluciones para promover la práctica de ejercicio físico.


¿Qué se considera sedentarismo e inactividad física?

El sedentarismo es el estilo de vida caracterizado por hábitos de poco movimiento constante en el día a día, como por ejemplo pasar mucho tiempo sentado o acostado. En 1994 fue declarado por la OMS como un problema de salud cuya solución se encuentra en la conciencia social y en la prevención a edades tempranas.
Se diferencia de la inactividad física en que esta se da en personas que no alcanzan las recomendaciones de actividad física (150 minutos de actividad física moderada a la semana). Por lo tanto, una persona sedentaria puede ser activa físicamente si cumple estas recomendaciones, aunque ambos conceptos suelen ir ligados.


El impacto de la inactividad física en las enfermedades crónicas

El Informe sobre la situación mundial de la actividad física constituye la primera evaluación mundial por la OMS de los progresos logrados tras la aplicación del Plan de Acción Mundial sobre Actividad Física 2018-2030 (GAPPA), cuyo principal objetivo es promover la actividad física y reducir el sedentarismo en la sociedad.
Actualmente la inactividad física supone un coste para la población no solo a nivel sanitario, sino también económico por la cantidad de afecciones crónicas que desencadena. Se calcula que el coste del tratamiento de estos pacientes ascenderá a más de 300.000 millones de dólares en todo el mundo si la tendencia no cambia, según datos de la OMS. Con ese dinero se formarían hasta 1 millón de médicos que podrían tratar enfermos crónicos a raíz del sedentarismo.
Las principales dolencias que desencadenaría la falta de actividad física en los próximos años serían la hipertensión, con un 47% de los nuevos casos, y la depresión, con un 43%. Para evitarlo, los países y las comunidades deben adoptar medidas para ofrecer a todas las personas más oportunidades de estar activas, a fin de incrementar la actividad física.


Conclusiones del informe

La principal conclusión sobre hasta qué punto los gobiernos están implementando las recomendaciones del GAPPA es que menos del 50% de los países tienen políticas para aumentar la actividad física y, de estos, menos del 40% son operativos. De esta forma se pone de manifiesto la necesidad de apostar por regulaciones específicas en materia de ejercicio físico.
Unido a esto, otro de los aspectos que llama la atención en el estudio es que, el área en la que se están obteniendo peores resultados, es la de ofrecer actividades y programas de actividad física, como pueden ser la implementación del transporte activo y sostenible, la concienciación en colegios, centros sanitarios, empresas y espacios públicos o el apoyo a iniciativas que fomenten la actividad física a través de deportes y comunidades.
Dentro de esta última, proyectos como 10mets ofrecen un alto valor a la sociedad, ya que proveen la infraestructura necesaria para cumplir con las recomendaciones de la OMS y asegurar la práctica segura de ejercicio físico. Además, uno de los objetivos del proyecto es el de generar hábitos y adherencia a largo plazo en cada uno de los pacientes, de forma que la actividad física se convierta en imprescindible en su día a día.


Recomendaciones institucionales de la OMS para fomentar la actividad física

La OMS establece una serie de consejos a nivel institucional para implementar la actividad física como una prioridad en las agendas gubernamentales. Estas acciones se resumen a continuación:


Reforzar el compromiso de todo el gobierno y el liderazgo político en materia de actividad física

Las políticas deben ir dirigidas a reforzar el liderazgo en materia de ejercicio físico a todos los niveles, invirtiendo en la promoción de las acciones que lo favorezcan.


Integrar la actividad física en las políticas pertinentes y apoyar su aplicación con herramientas y orientaciones prácticas

Se trata de revisar los reglamentos nacionales y garantizar que se incluyen políticas para favorecer la actividad física, así como la garantía de que se cumplen. Estas acciones deben estar fortalecidas por un tejido que pueda formar y orientar partiendo de una base científica y profesional.


Fortalecer las asociaciones, involucrar a las comunidades y crear capacidad en las personas

Para que se instauren correctamente estas acciones en la población es necesario que existan organismos y comunidades que se impliquen en el proceso. Además, la colaboración intergubernamental y con entes privados resulta beneficiosa para la difusión de las iniciativas.


Reforzar los sistemas de información, monitoreo y traducción del conocimiento

Fortalecer a nivel nacional y subnacional el monitoreo de cada una de las acciones implementadas en materia de promoción de la actividad física. Su objetivo es proporcionar datos a las partes interesadas y promulgar mejoras en los casos en los que sea necesario.


Por otro lado, los gobiernos deben invertir en investigación para escalar el conocimiento a toda la población, de cara a diseñar nuevas políticas y optimizar las existentes.

Garantizar una financiación sostenible y ajustarse a los compromisos políticos nacionales

La asignación de fondos a políticas que aumenten la actividad física debe ser congruente con las necesidades de la población. Para esto deben revisarse los programas nacionales y asegurar una correcta distribución presupuestaria a largo plazo. Por otro lado, la OMS insta a buscar mecanismos innovadores de financiación para aumentar las fuentes de ingreso.

En 10mets apostamos por el ejercicio como alternativa contra el sedentarismo. Podemos ayudarte a construir una rutina saludable de actividad física diaria que cumpla las recomendaciones de la OMS. ¿Tienes una enfermedad crónica relacionada con los ámbitos cardiovascular, oncológico o diabetes? Contáctanos para poder asesorarte y ofrecerte un plan de ejercicio físico adaptado a tus necesidades.