La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a la forma en que el cuerpo procesa la glucosa (azúcar) en sangre. Uno de los factores más importantes que puede contribuir al desarrollo de la diabetes tipo 2 es el estilo de vida sedentario, por lo que es fundamental mantenerse activo para prevenir o controlar los síntomas de esta enfermedad.
Si tienes diabetes tipo 2, ¿por qué es importante mantenerse activo?
Mantenerse activo es fundamental para el control y la prevención de la diabetes tipo 2 (Organización Mundial de la Salud, 2018). Si tienes diabetes tipo 2, es importante que incorpores la actividad física en tu vida diaria para obtener todos los beneficios que tiene para tu salud. Algunos de los beneficios de mantenerse activo para las personas con diabetes tipo 2 incluyen:
- Regular los niveles de glucosa en sangre: La actividad física puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre (Ng et al., 2017), lo que puede ser especialmente útil para controlar la diabetes tipo 2.
- Aumentar la sensibilidad a la insulina: La actividad física también puede aumentar la sensibilidad a la insulina (Gill et al., 2018), lo que significa que el cuerpo es más efectivo en utilizar la insulina que produce para controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Reducir el riesgo de complicaciones: La actividad física también puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la diabetes tipo 2, como la enfermedad cardiovascular (Gill et al., 2018), la obesidad o la discapacidad física.
- Mejora el estado de ánimo y la calidad del sueño, que son claves para el desarrollo de este tipo de enfermedades (Ng et al., 2017).
¿Qué tipo de actividad física es beneficiosa para las personas con diabetes tipo 2?
El ejercicio aeróbico, como caminar, correr o andar en bicicleta, es especialmente útil para mejorar la sensibilidad a la insulina y regular los niveles de glucosa en sangre (Ng et al., 2017). El entrenamiento de fuerza también es importante, ya que ayuda a mejorar la fuerza muscular y la resistencia (Gill et al., 2018). Cualquier tipo de actividad física es beneficiosa, pero ten en cuenta que es necesario un cierto nivel de intensidad para obtener los beneficios máximos. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a intensa a la semana, o 75 minutos de actividad vigorosa (Organización Mundial de la Salud, 2018).
Otros factores que afectan a la diabetes tipo 2
Además de la actividad física, hay otros factores que pueden afectar el control de la diabetes tipo 2. Uno de ellos es la dieta. Los alimentos que consumimos tienen un gran impacto en los niveles de glucosa en sangre, por lo que se debe seguir una dieta saludable y baja en grasas saturadas y azúcares simples, y rica en verduras, frutas, proteínas y grasas saludables (American Diabetes Association, 2020). También controlar el consumo de alcohol, ya que tomarlo en exceso puede afectar negativamente la glucemia (Gill et al., 2018).
Otro factor importante es el uso de medicamentos. Las personas con diabetes tipo 2 a menudo requieren fármacos para controlar los niveles de glucosa en sangre. Resulta esencial seguir las recomendaciones de tu médico y tomar los medicamentos según lo indicado.
Por último, se deben controlar el estrés y la ansiedad, ya que pueden afectar la glucemia (Gill et al., 2018). Para ello, se puede recurrir a técnicas como la meditación, la respiración profunda o la actividad física (American Diabetes Association, 2020).
Es imprescindible tener en cuenta todos estos factores para controlar la diabetes tipo 2 y minimizar el riesgo de complicaciones. Mantenerse activo, seguir una dieta saludable, tomar los medicamentos según lo indicado y manejar el estrés y la ansiedad son todas medidas efectivas para controlar la diabetes tipo 2 y mejorar la calidad de vida.
En resumen, mantenerse activo es crucial para el control y la prevención de la diabetes tipo 2. Si tienes diabetes tipo 2, incorpora la actividad física en tu vida diaria para obtener todos los beneficios que tiene para tu salud. Recuerda que es importante realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a intensa a la semana, o 75 minutos de actividad vigorosa, y ten en cuenta otros factores como la dieta y el uso de medicamentos. Aunque puede ser difícil empezar a hacer ejercicio, los beneficios a largo plazo valen la pena el esfuerzo.
Si tienes diabetes tipo 2 y estás pensando en empezar a hacer ejercicio, coméntalo con tu médico o con un profesional de la salud antes de comenzar. En 10mets podemos ayudarte a establecer un plan de ejercicios adecuado para ti y asegurarnos de que estás tomando medidas para proteger tu salud mientras te mantienes activo. ¡Consúltanos para más información!