La insulina y el ejercicio físico

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La insulina es una hormona liberada por el páncreas como respuesta a la presencia de glucosa en la sangre. Es una hormona esencial para el ser humano y muchos otros seres vivos; su función más conocida es regular el metabolismo del azúcar. La insulina permite que la glucosa penetre en las células para ser utilizada como fuente de energía. Si la insulina no hace bien esta función, la glucosa se acumula en sangre y produce hiperglucemia.

En la diabetes mellitus tipo 2 hay principalmente dos problemas: El páncreas no produce suficiente insulina y las células no responden de manera adecuada a la insulina, por lo que consumen menos azúcar.

Las alteraciones en el metabolismo de los lípidos y la acumulación aberrante de grasa desencadenan el desarrollo de resistencia a la insulina, por ello, es fundamental llevar una alimentación controlada y practicar ejercicio habitualmente.

La American Diabetes Association (ADA) afirma que el ejercicio físico juega un papel fundamental en la prevención y control de la resistencia a la insulina. Por un lado, disminuye el nivel de glucosa en sangre y aumenta la incorporación de glucosa en las células musculares, sin necesidad de un incremento en la cantidad de insulina. Por otro, mejora la sensibilidad a la acción de la insulina, a nivel del tejido muscular, que se prolonga durante uno o dos días.

Los ejercicios físicos aeróbicos incrementan la sensibilidad a la insulina e influyen sobre el control metabólico; asimismo, los ejercicios de resistencia son también muy beneficiosos y mejoran la fuerza muscular. Tanto las bondades del ejercicio físico aeróbico como el de resistencia han sido recalcados por varios investigadores. Así, un estudio realizado por Sigal et al. demostró que la combinación de ejercicio aeróbico con un programa de acondicionamiento muscular -ejercicios de resistencia- genera mayores mejoras sobre el control glucémico que las mismas intervenciones realizadas de forma aislada.

En los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 también es muy importante mantener una hidratación adecuada. Se sugiere consumir, al menos, 500 ml de líquidos dos horas previas al inicio del ejercicio físico y también durante el mismo de manera frecuente.

Los expertos recomiendan realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada.

¿Cuándo realizar el ejercicio?

Respecto a la hora de la práctica de ejercicio, hay controversias. Un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden, Países Bajos, concluyó que hacer ejercicio por la tarde o por la noche se asocia con una menor resistencia a la insulina y, como consecuencia, un mejor control del azúcar en sangre.

Sin embargo, recientemente, una investigación realizada por la Universidad de Granada publicada en la revista Journal of Science and Medicine in Sport demostró que la hora del día para hacer ejercicio no influye en el efecto inmediato que este tiene sobre la presión arterial y la glucosa en sangre. Por lo tanto, los investigadores granadinos recomendaron realizar ejercicio sin mirar el reloj, en contra de lo que se apuntaba hasta la fecha. Para realizar este trabajo, los investigadores recopilaron información de 22 estudios y analizaron los resultados comparando el efecto de una sola sesión de ejercicio en la mañana y en la tarde.

Recomendaciones de ADA

Según las últimas recomendaciones de ADA (Standards of Care in Diabetes—2023):

  • Los niños y adolescentes con diabetes tipo con DMT1 y DMT2 o prediabetes deben participar en 60 minutos/día o más de actividad aeróbica de intensidad moderada o vigorosa, con actividades vigorosas de fortalecimiento muscular y de fortalecimiento óseo al menos 3 días/semana.
  • La mayoría de los adultos con diabetes tipo con DMT1 y DMT2 deben participar en 150 minutos o más de actividad aeróbica de intensidad moderada a vigorosa por semana, repartidos en al menos 3 días a la semana, con no más de 2 días consecutivos sin actividad. Duraciones más cortas (mínimo 75 minutos/semana) de entrenamiento de intensidad vigorosa o de intervalos pueden ser suficientes para personas más jóvenes y en mejor forma física. Los adultos deben realizar de 2 a 3 sesiones por semana de ejercicios de fuerza en días no consecutivos.
  • Además, a los adultos mayores también se les recomienda entrenamiento de flexibilidad y equilibrio se recomienda formación 2–3 s/s. (Yoga y Tai Chi).

10mets, herramienta para ejercicio en diabetes

Antes de desarrollar un programa de ejercicios, las personas con diabetes mellitus tipo 2 deben someterse a una evaluación médica detallada. La indicación del tipo de ejercicio a realizar, su intensidad y duración deben ser personalizados. En 10mets realizamos programas que se adaptan a cada paciente en particular.  

A través de nuestra plataforma, el paciente con diabetes tipo 2 que desee controlar sus niveles de azúcar en sangre, recibirá unas pautas personalizadas acordes a su estado físico, asesorado por los mejores especialistas médicos y deportivos.

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Fuentes consultadas:

https://diabetes.org/

https://scielo.isciii.es/

https://www.fundaciondiabetes.org/

https://fundaciondelcorazon.com/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/

https://revistas.intec.edu.do/

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